Resfriados infantiles

El resfriado o catarro común es una infección respiratoria de vías altas de origen vírico. El contagio se produce a través de las gotitas que la persona infectada libera al estornudar, toser o sonarse, bien por absorción aérea, bien al tocarse la nariz, los ojos o la boca tras estar en contacto con una superficie infectada —por ejemplo, los juguetes—.

Lo que necesitas saber sobre los resfriados

Según las estadísticas, los niños se resfrían entre seis y diez veces al año, una cifra que, como bien sabemos los padres, aumenta cuando nuestros pequeños acuden a la guardería o al colegio. Otoño e invierno son los meses de mayor prevalencia, ya que el aire frío y la calefacción secan las membranas nasales facilitando el acceso de los virus al organismo. Durante ambas estaciones, además, los niños pasan más tiempo en el interior de recintos cerrados, lo que favorece su propagación.

Síntomas habituales del resfriado en niños

• Congestión nasal. El pequeño respira por la boca, lo que le provoca sequedad de garganta. Los síntomas empeoran durante el sueño.
• Rinorrea. Aumento de mucosidad como respuesta defensiva. Inicialmente líquida, puede volverse espesa y amarilla.
• Estornudos. Expulsión violenta del aire para eliminar el virus.
• Fiebre. Más frecuente en los más pequeños. No suele superar los 39 ºC.
• Dolor de garganta. En bebés se puede intuir porque lloran al comer o sueltan el pecho.

Síntomas menos frecuentes según el virus

• Tos. Especialmente seca, irrita la garganta y puede intensificarse.
• Disminución del apetito. Es recomendable ofrecer líquidos, como agua o zumos.
• Dolor de cabeza. Localizado en frente y sienes.
• Dolor muscular. Generalmente en las piernas.
• Goteo posnasal. El moco desciende por detrás de la nariz, intensificando la tos.

Remedios para aliviar los síntomas

El resfriado suele durar unos siete días. No existen medicamentos que lo curen, pero sí formas de aliviar las molestias:

• Lavados nasales con suero o agua de mar. Uso de jeringa o aspirador nasal si el niño no sabe sonarse.
• Baños de vapor. Generar vapor para ayudar a eliminar mucosidades.
• Humidificar el ambiente. Sobre todo durante la noche con calefacción activa.
• Beber líquidos. Hidratación continua para aliviar la garganta y reponer pérdidas.
• Pomadas regeneradoras. Aplicarlas bajo la nariz si hay irritación cutánea.
• Alzar la cabeza. En menores de 2 años, levantar el colchón con una toalla, no usar almohada.
• Paracetamol o ibuprofeno. Siempre bajo supervisión médica. Ayudan a bajar la fiebre y calmar el dolor.
• Evitar antitusivos. La tos es un mecanismo natural de defensa.
• Paseos permitidos. Si el niño está animado y sin fiebre, puede salir o acudir al colegio, aunque seguirá siendo contagioso.

Cuándo acudir al pediatra

En algunos casos el resfriado puede complicarse por infecciones bacterianas. Consultaremos al pediatra si:

• Hay flemas amarillas o verdes al toser.
• Dificultad respiratoria, costillas marcadas o pitidos al respirar.
• Decaimiento o fatiga excesiva.
• No acepta comida ni bebida.
• Fiebre persistente más de tres días.
• Dolor en barriga, pecho u oídos.
• Inflamación de ganglios del cuello.
• Vómitos al toser o falta de sueño por la tos.
• Empeoramiento tras varios días de síntomas.
• En bebés menores de seis meses, incluso con síntomas leves.

Consejos para prevenir el contagio

Aunque es difícil evitar los resfriados en niños, podemos reducir el riesgo con algunas precauciones:

• Mantener al niño alejado de personas resfriadas.
• No fumar en el mismo espacio.
• Evitar objetos compartidos con otros niños enfermos.
• Lavar las manos tras sonarse la nariz.
• Taparse con pañuelo o antebrazo al toser o estornudar.
• Usar pañuelos desechables.
• Evitar calefacción excesiva.
• Ventilar la habitación diariamente.
• Ofrecer líquidos con frecuencia.
• Proporcionar alimentación sana.
• Respetar las horas de descanso.
• Amamantar al bebé el mayor tiempo posible.