Estimular el desarrollo integral
Puede parecer una escena de juego infantil, pero la actividad que muestra la fotografía -en la que observamos a unos chavales plenamente concentrados en lo que hacen- entraña un elevado potencial en términos de estimulación cognitiva.
En esta dinámica, cada niño participa activamente en el proceso de construcción de las futuras vías del tren. Esto implica un triple ejercicio: proponer, escuchar y negociar con el resto del grupo, actividades que requieren la activación coordinada de procesos cognitivos de orden superior.
Un espacio de expresión emocional
Los niños expresan ideas, emociones y experiencias personales mediante los elementos del juego simbólico: utilizan los vagones, túneles y estaciones para representar situaciones que conocen o que les afectan. Durante la actividad, el profesional observa e interviene de forma no intrusiva, ayudándoles a expresar lo que sienten y piensan.
Las interacciones grupales favorecen el aprendizaje social. Acciones como pedir ayuda, colaborar, ceder, argumentar o esperar el turno -que a menudo representan un verdadero reto para nuestros peques- se integran y practican de forma espontánea en un entorno lleno de emoción y curiosidad.
Construcción colectiva: una metáfora del vínculo
En esta actividad, los niños construyen la vía del tren entre todos. Cada uno aporta sus ideas y su forma de hacerlo, y eso es lo que la hace posible. No hay una única manera correcta.
Como profesionales, queremos que las familias entiendan que la finalidad de estos espacios de juego no es entretener. El desarrollo de la actividad está pensado en detalle para ayudar a los niños a aprender habilidades y reforzar comportamientos en un entorno donde se sienten cómodos, aceptados y con ganas de participar.
¿Qué beneficios ofrece esta actividad?
Grupo o Trastorno | Beneficios del juego de trenes |
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1. TDAH |
Atención sostenida y selectiva: requiere concentración para planificar y construir las vías. Control de impulsos: al esperar turnos y seguir reglas. Regulación emocional: superar desafíos durante el juego. Estas habilidades favorecen la autorregulación y la interacción social. |
2. Trastorno del Espectro Autista (TEA) |
Habilidades sociales: cooperación y comunicación entre niños. Lenguaje: narración y expresión durante el juego. Comprensión emocional: representación de situaciones simbólicas. Contribuye a mejorar la comunicación e interacción social. |
3. Dificultades emocionales y de conducta |
Ansiedad o estrés: espacio lúdico para expresión emocional. Problemas de conducta: aprendizaje de normas sociales. Autoestima: logros reconocidos dentro del grupo. Refuerza el bienestar emocional y la comprensión de uno mismo. |
4. Retrasos en el lenguaje y la comunicación |
Lenguaje expresivo y receptivo: describir acciones y seguir instrucciones. Comunicación no verbal: uso de gestos y expresiones. Habilidades pragmáticas: iniciar y mantener conversaciones. Fortalece las competencias comunicativas en contextos sociales. |
5. Procesamiento sensorial y motricidad |
Motricidad fina: manipular y ensamblar piezas del tren. Integración sensorial: experimentar texturas y movimientos. Planificación motora: organizar secuencias de acciones. Apoya el desarrollo sensoriomotor de forma lúdica y estructurada. |