La inmadurez articulatoria es una alteración del desarrollo del lenguaje que se manifiesta en la dificultad del niño para articular correctamente los sonidos del habla, a pesar de que puede producir fonemas y sílabas de forma aislada. Se trata de un trastorno de tipo fonológico, ya que el problema radica en la segmentación, organización y combinación de los sonidos en el contexto del habla espontánea.
Los niños con inmadurez articulatoria suelen presentar omisiones (por ejemplo, decir «ato» en lugar de «zapato»), sustituciones («tebra» por «cebra»), distorsiones de sonidos, y alteraciones en la estructura silábica, como la inversión («tople» en lugar de «teléfono») o duplicación de sílabas.
Es frecuente que esta dificultad coexista con dislalias evolutivas, especialmente entre los 2 y 4 años. Sin embargo, cuando los errores articulatorios persisten más allá de los 4 años de edad, o si se intensifican con el tiempo, puede ser un signo de alerta que requiere valoración especializada.
Diagnóstico y señales de alarma
Un niño con inmadurez articulatoria puede hablar con fluidez y utilizar estructuras gramaticales correctas, pero ser difícilmente comprensible para personas fuera de su entorno. En algunos casos, esta alteración repercute en la adquisición de la lectoescritura, generando confusión entre sonidos semejantes y afectando el desarrollo académico.
La evaluación debe contemplar aspectos articulatorios, fonológicos, motores y perceptivos, así como el entorno comunicativo del niño. Herramientas como pruebas de conciencia fonológica, inventarios fonéticos y análisis del lenguaje espontáneo son de gran utilidad.
Edad | Hitos esperados | Signos de alerta |
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2 años | Uso de frases de 2-3 palabras. Errores articulatorios frecuentes. | Dificultad para combinar sonidos. Frustración al comunicarse. |
3 años | Mayor vocabulario. Comienzan a corregirse algunos sonidos. | Habla ininteligible fuera del entorno familiar. |
4 años | Entendible en un 75%. Se espera correcta articulación de /p, m, t/. | Sustitución persistente de sonidos simples. Omisiones frecuentes. |
5 años | Habla clara en un 90%. Persisten errores en /r/, /s/ y grupos consonánticos. | Inversión o duplicación de sílabas. Problemas para hacerse entender. |
6 años | Pronunciación clara y articulación cercana a la del adulto. | Errores fonológicos que interfieren con la lectoescritura. |